Resumen
La diversificación es,
coloquialmente hablando, como
el complicado problema del huevo
y la gallina. Por un lado, los países
no pueden crear productos que
requieren de capacidades con las
que no cuentan. Por el otro, existen
pocos incentivos para acumular
capacidades en lugares donde
las industrias que las demandan
son inexistentes (Hausmann et
al., 2013, p. 51).