La misión belga de 1903: una reforma de la educación peruana de permanente vigencia

Abstract

Muchos años he dedicado a ejercer la docencia, tanto en el nivel secundario como universitario. He manejado amplia bibliografía, revisado documentos inéditos y revistas especializadas. No es novedad entonces deducir, de toda esa experiencia, lo que se ha vuelto endémico en nuestro país: que las políticas educativas no toman en cuenta el marco natural de la idiosincrasia regional del país. Leyes, reglamentos, programas y reformas han sido casi estériles para mejorar la calidad de la enseñanza y alcanzar el cambio positivo de conducta de los educandos; cambio que esté de acuerdo con su real opción y formas de vida. La deserción y el analfabetismo existentes son los síntomas más evidentes.

Cuando en 1903 llega contratada la misión educativa belga con la finalidad de realizar reformas educativas en el Perú, poco se esperaba de ella. La situación política era inestable; la administración, desordenada. Se consideraba un alivio el que pudiera contratarse en el extranjero a personas que no estuvieran comprometidas con las crisis permanentes del país; sin embargo, estas no permitían que durasen las reformas de las misiones visitantes.

El grupo belga estuvo compuesto por profesionales de calidad, cuyas propuestas avizoraron con exactitud las deficiencias pedagógicas peruanas.

A lo largo de este trabajo observaremos la actuación de este equipo. Constataremos sus esfuerzos y las limitaciones que encontraron para efectivizar sus reformas. Sus propuestas no quedaron en meras recomendaciones: actuaron de inmediato en el colegio Guadalupe, local que había sido designado Colegio Piloto por el gobierno.

Deseo resaltar el trabajo de los belgas, rescatar sus reformas como la de la Educación Secundaria, sus aportes en la formación y preparación del magisterio nacional a través de la Escuela Normal Superior, y sus esfuerzos por materializar la Facultad de Estudios Comerciales para colocar al Perú a la altura de los estudios comerciales de la época.

Tan importante como pedir el aporte de quien tiene mayor experiencia que nosotros es poner en práctica sus recomendaciones. Tal vez a nosotros nos faltó visión retadora para ejecutar todas las reformas propuestas por los belgas en esa importante primera década del siglo XX.

Los excelentes lazos que unen al pueblo belga con el Perú se ven robustecidos permanentemente en todo orden de cosas. En esta ocasión, espero que el presente trabajo contribuya a su afianzamiento.