Cortometraje Cactus

Abstract

Era mayo de 1997 y se estrenaba Jurassic Park 2. Steven Spielberg era el rey del blockbuster norteamericano y los cines se llenaban masivamente de gente que iba a ver su más reciente película. Mi madre, cinéfila empedernida sin ni siquiera ser conciente de ello, también era parte de esa masa fiel. Al ser viuda y yo hija única éramos realmente una dupla inseparable. Por esas fechas, yo cursaba 2do grado de primaria y ya había aprendido a leer más o menos bien. Mi misión era llegar al estreno de la película en Lima y poder leer de manera bastante fluida para poder acompañar a mi madre a verla. Es que claro, la íbamos a ver en su versión subtitulada. Ella detestaba las versiones dobladas al español, y no tenía pensado hacer una excepción. Así, el cine en pantalla grande entró a mi vida. Después de esta película ya no quería ir a ver ninguna cinta animada para niños. Solo pedía historias de ficción hollywoodenses, sin importar la duración. Ese mismo año estuve pegadísima en mi butaca durante las tres horas de Titanic, pero sobretodo pude ver el primer reestreno de Episodio IV: Una Nueva Esperanza en una sala de cine. Mi infancia se convirtió en El Padrino 1, 2 y 3, desde Chaplin hasta Hitchcock, alquilando film tras film en la ya fenecida tienda de videos VHS, “Blockbuster”.