Eficacia de la terapia basada en la mentalización en el tratamiento de bulimia en adolescentes

Abstract

La bulimia nerviosa (BN) es un trastorno de la conducta alimentaria (TCA) caracterizado por la preocupación por el peso e imagen corporal, así como por la presencia de momentos donde se pierde el control en la regulación alimentaria, de manera que se consumen cantidades abundantes de alimentos durante episodios llamados atracones. Estos son seguidos de una necesidad por deshacerse de lo ingestado, lo que conduce a prácticas purgativas, como la inducción al vómito o el consumo de laxantes (Masjuán, 2003). Este trastorno no se limita a las preocupaciones por la imagen corporal y el peso, pues también es posible que genere consecuencias en el funcionamiento social y en la salud física que, a su vez, pueden llevar a la mortalidad de las personas. A nivel cardíaco, los pacientes con BN pueden contar con un mayor riesgo de presentar arritmias por un desbalance en los electrolitos causado por los vómitos. A nivel gastrointestinal, se ha encontrado que los pacientes con TCA se encuentran en un mayor riesgo de sufrir complicaciones en el esófago debido al reflujo de jugos gástricos presentes en las conductas purgativas. Asimismo, se ha encontrado que el abuso de laxantes puede llevar a un prolapso rectal o problemas de colon. A nivel neuromuscular, la malnutrición causada por este trastorno puede causar atrofia en la materia gris y blanca del cerebro. A nivel endocrinológico, se produce, por un lado, una menor cantidad de ciertas hormonas, como los estrógenos o los andrógenos, lo que puede conducir a una amenorrea; por otro lado, puede encontrarse un aumento de cortisol en las personas con TCA (Gibson et al., 2019). Adicionalmente, esta patología puede incrementar el riesgo de suicidio en las personas, posiblemente, por la alta comorbilidad que suele tener con otros trastornos (Smith et al., 2018).